La vocación de ser maestro
¿Qué significa enseñar? Esta pregunta, aunque simple, puede responder en demasía a muchas problemáticas de la educación contemporánea. Comencemos hablando de aquello que llamamos “vocación” es todo aquello o inclinación que una persona siente para dedicarse a un modo de vida, y puede estar relacionada tanto con lo profesional (trabajo, carrera) como con lo espiritual. Así pues que la vocación en términos simples es todo aquello por lo que sentimos un alto grado de pasión por nuestra labor o que hacer, trasciende los limites de nuestros imaginarios y la recompensa es algo intangible y va mucho más allá de una remuneración económica.
Ser maestro implica todo lo que va más allá de una simple nota, o adquirir un conocimiento que está implícito en la búsqueda del conocimiento académico, va más allá y trasgrede el ámbito personal, ser maestro también influye en la transformación de los imaginarios, y constantemente responde a las preguntas de las problemáticas sociales más profundas y de coyuntura social. Es por eso que ser maestro es de las profesiones donde podemos encontrar personas con un verdadero sentido por la vida, por su labor y por la fuerza innata de querer transformar el mundo con pequeños pasos de sabiduría por la vida y amor por el otro.
La educación es un factor apremiante a la hora de hablar de vocaciones, porque es ahí donde las personas tienen las puertas y oportunidades abiertas a encontrar un camino lleno de saberes multidisciplinarios donde encontrar su camino en la vida y sin redundar mucho, su plena vocación de trabajar por aquello que aman. En definitiva, la vocación de ser maestro también puede renacer de diversas formas y saberes; la pedagogía puede verse como ente sanador en muchos aspectos del aprendizaje y de la enseñanza, enseñar es también aprender de si mismo y de el otro, no es solo fortalecer competencias académicas, es profundizar en los desafíos que el otro como ser impone y demanda tiempo y el querer transformar cada imaginario que se presenta.
Ser maestro implica muchas responsabilidades y ha sido desde la antigüedad unas de las profesiones mas respetables y altruistas de la humanidad, desde Coomulsap y nuestro programa de Educación Para Jóvenes y Adultos EPJA creemos firmemente que los cambios más profundos que podemos hacer por las diversas comunidades donde impactamos de forma activa a través de la educación, es escucharnos y enseñar al otro que entendiendo lo multiverso de los pensamientos es como construimos esa paz tan añorada a la que apuntamos para construir un mejor país y una sociedad más culta e igual.
Compartimos conocimiento, somos una familia que busca constantemente el bienestar del otro a partir de aquello que nos convoca, la educación sin lugar a dudar es unos de los caminos donde se puede encontrar y abrir la senda de nuevos imaginarios colectivos, donde el disfruto por conocer y aprender del mundo sea aquello que nos cautive constantemente. Ser maestro es soñar con una sociedad que sea lo suficientemente critica para evaluar constantemente las construcciones sociales, el pensamiento critico y la autocritica hacen del ser un mecanismo altruista de enseñanza donde se trabaja por el amor al conocimiento y el amor por el otro.
Somos todo aquello que construimos con esfuerzo, es ser maestro todo aquello que implica enseñar desde la vocación, de querer hacer del otro una persona con carácter para enfrentar el mundo desde la ética y la ayuda al otro, no sirve de nada aquel profesional que no ayuda a su comunidad, ser maestro implica enseñar el valor de vida en su percepción mas alta y noble y valorar por igual lo diverso de cada pensamiento en sentido de respeto y responsabilidad. En Coomulsap somos una gran familia, que enfocamos todos nuestros esfuerzos en construir un mundo mejor, gestando desde la responsabilidad y la educación el gran valor de la vida y la responsabilidad que lleva consigo cuidarla y protegerla en todos sus aspectos.