Tejiendo sueños, cosechando esperanza
Ser maestro es una característica que se trae por naturaleza, es una capacidad que no cualquiera tiene, ni puede desarrollar porque implica más que la simple transmisión de conocimientos de carácter científico. Implica profundizar en la vida de otro individuo para ayudarle a desarrollar lo mejor de sí. Ser maestro es ser el vehículo para hacer un cambio en nuestra sociedad y los grandes cambios vienen por una buena educación.
Un docente sabe que desde su vocación puede hacer la diferencia en la vida de sus estudiantes. Muchos estudiantes necesitan apoyo emocional, porque desde sus casas atraviesan situaciones difíciles. Un consejo a tiempo, unas palabras o un abrazo suma inclusive tanto como una enseñanza académica.
Sulma Pastora Escobar, docente del Colegio Cooperativo, sede Fray Luis Amigó, nos comparte su experiencia viviendo el sueño de ser maestra:
“Era un sueño, y con el transcurrir del tiempo se vuelve sorprendente realidad. Mi experiencia está basada en el deseo de compartir con los demás lo que soy, lo que tengo y lo que he vivido para que puedan dilucidar sus sueños y los hagan realidad. Este, mi sueño en la educación, el cual se transforma en vocación, cuando puedo entremezclar los contenidos con las vivencias y cambiar las realidades de un mundo adverso; para convertir lo incierto en esperanza para vivir mejor.
No ha sido fácil, durante 20 años he transitado por este sendero, pero los estudiantes me inspiran desde mis inicios en la docencia, el reconocimiento de la realidad de cada uno me impulsa a seguir adelante. He recorrido caminos con estudiantes de todos los grados: Preescolar, primaria, secundaria, universitarios y con adultos; lo que me ha permitido conocer la diversidad en el aprendizaje, caminar de la mano de ellos y conocer sus formas de pensar y actuar. Sus vivencias han generado grandes experiencias que me permiten saber cómo orientar mí que hacer como docente, para lograr grandes transformaciones del ser humano. Hoy comparto el aprendizaje con los niños de primaria quienes reafirman mi vocación como docente porque considero que llenan mi vida, me impulsan en la búsqueda de estrategias transformadoras en el amor, la comprensión y el fortalecimiento de sus relaciones con el otro y con lo otro. Sembrar una semilla que pueda florecer hoy y dar frutos para el mañana.”
Estamos seguros de que las docentes que hacen parte de nuestra familia Coomulsap en el Colegio Cooperativo sede Fray Luis Amigó, tienen interiorizado cada una de las posibilidades de transformación que hay en su vocación y sabemos que constantemente están comprometidas con la formación integral de los estudiantes. Que cada una siga con el sueño de ser maestra, se convierte para en la mayor oportunidad para demostrar la pasión por marcar la diferencia.
Ser docente te permite ser un eterno estudiante, ya que cuando se enseña un tema es cuando más se aprende de él. Las preguntas de los estudiantes motivarán a indagar cada vez más en las diferentes temáticas, mientras se investiga con tal de incorporar los nuevos eventos, tecnologías y descubrimientos a las clases.
Los docentes experimentan una satisfacción enorme al ver los progresos de sus estudiantes, al notar cómo se interesan más en un tema y aprenden sobre ellos mismos. Cada día ayudan a moldear el futuro, generando un impacto en cómo los alumnos perciben el mundo que les rodea. Tienen el poder de fomentar la imaginación y la creatividad, forjar el carácter y proporcionar a los estudiantes las herramientas que necesitan para desenvolverse en su vida. Como maestro o profesor podrás ver los frutos del trabajo diariamente.