Es el momento de comenzar a cambiar imaginarios, de transformar nuestro mundo en un lugar viable para la vida en armonía, para generar un cambio sostenible en nuestra forma de vivir y afrontar las decisiones que conllevan cambiar nuestros hábitos.
La hora del planeta nace como una iniciativa para frenar el cambio climático y sus secuelas a largo y corto plazo, la primera hora del planeta se celebró en Sídney específicamente en el año 2007 y fue todo un éxito, el germen de la mayor campaña de movilización mundial contra el cambio climático. Lo que empezó en una sola ciudad se ha extendido a más de 187 países. Actualmente se han sumado miles de ciudades de 188 países donde cada año los jóvenes toman más importancia como generadores del cambio y activistas frente a la problemática ambiental que acecha nuestro planeta y forma de vida.
La Hora del Planeta nace en Sídney el 31 de marzo del año 2007 como un gesto simbólico para llamar la atención sobre el cambio climático y el problema ambiental que nos rodea, es un sencillo gesto que consiste en apagar las luces de edificios y hogares por una hora, este es un símbolo que se ha extendido por todo el planeta y actualmente cuenta con miles de ciudades alrededor del mundo que apoyan esta iniciativa que pretende recordarnos lo frágil y bello de nuestros ecosistemas y cuán vital son las diferentes formas de vida de nuestro maravilloso planeta y hogar al que llamamos Tierra.
Actualmente la humanidad tiene la responsabilidad de hacer frente a los problemas medio ambientales y el cambio climático, este año en curso 2021 es decisivo para tomar decisiones y generar nuevos imaginarios para la conservación de la biodiversidad en nuestro planeta, se estima que para el año 2050 perderemos más del 90% del agua potable, esto no solo tiene implicaciones ambientales severas para la vida, sino también en afectaciones de grandes magnitudes para nuestra vida en sociedad. A la vez, según un estudio dirigido por la NASA, muchas de las fuentes de agua dulce del mundo están siendo drenadas más rápido de lo que se están reponiendo.
Es hora de hacer frente y empoderarnos como ciudadanía para defender los derechos ambientales y la vida que nos rodea, es necesario que hablemos con nuestros hijos e hijas sobre la importancia del cambio climático y la preservación de la vida en nuestro planeta, es necesario tomar acciones desde nuestros hogares, hacer un uso consciente de los materiales que podemos reciclar, y frenar el consumo excesivo e innecesario de productos que no necesitamos. Debemos claramente educar a nuestros jóvenes para que ellos como en muchas partes del mundo, sean parte de esta iniciativa de proteger nuestro entorno, la vida misma dependen hoy, de las decisiones que tomemos en pro de la preservación de todos los ecosistemas y la vida misma en nuestro planeta, es nuestra gran responsabilidad como humanidad generar cambios que abran el espectro a nuevos y mejores imaginarios, donde lo sostenible y la vida en armonía sea una realidad palpable para nosotros y las futuras generaciones que vienen, es nuestro legado, nuestra responsabilidad y nuestro deber como humanidad.